Reformas del hogar que deben desgravarse

Durante 2023, la Agencia Tributaria incrementará su vigilancia sobre ciertos sectores empresariales para prevenir la economía sumergida. Se llevarán a cabo inspecciones fiscales en varios sectores, con especial atención en aquellos relacionados con la construcción, rehabilitación y reforma de propiedades. 

Reformas del hogar que deben desgravarse

Es importante recordar que en octubre de 2021, el Consejo de Ministros aconteció el Real Decreto-ley 19/2021, que sacó nuevas medidas para la rehabilitación de viviendas, como la posibilidad de deducciones fiscales en la declaración anual del IRPF.

En qué consiste esta desgravación fiscal

El Real Decreto-ley incluyó como medida urgente la reactivación de una desgravación fiscal que había sido eliminada el 1 de enero de 2013. En consecuencia, la Agencia Tributaria permite diversas deducciones fiscales para reformas en la vivienda que promueven la eficiencia energética.

Desde octubre de 2021, estas deducciones fiscales están en vigor y se aplican a las reformas y obras realizadas entre el 6 de octubre de 2021 y el 31 de diciembre de 2023. El decreto establece tres nuevas deducciones temporales en la cuota íntegra estatal del IRPF, aplicando a las cantidades invertidas en obras de rehabilitación que contribuyen a mejorar la eficiencia energética de la vivienda habitual o alquilada para su uso como vivienda.

La primera deducción permite una deducción de hasta el 20% de las cantidades pagadas por las obras realizadas, con una base máxima de deducción de 5.000 euros anuales. Estas obras incluyen aquellas que reducen la demanda de calefacción y refrigeración de la vivienda. Para calificar como tales obras, se considera que reducen al menos un 7% la suma de los indicadores de demanda de calefacción y refrigeración del certificado de eficiencia energética de la vivienda expedida por el servicio técnico.

En la segunda, se establece una desgravación del 40% en la renta para los contribuyentes, con un límite máximo de 7.500 euros, para aquellas obras realizadas que han contribuido a reducir al menos un 30% del consumo de energía primaria no renovable en la vivienda.

En último lugar, la tercera deducción permite una desgravación del 60% con una base máxima de 15.000 euros para obras de rehabilitación energética en la vivienda, con las que se logrará mejorar la eficiencia energética del edificio en el que se encuentra ubicado el inmueble.

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