No es necesario reiterar el mal momento por el que pasan los depósitos. Desde el punto de vista de la rentabilidad, la caída de la remuneración ha sido verdaderamente grande, y, hoy por hoy, las rentabilidades medias se mueven lejos ya de las de comienzo del año.
A pesar de que la captación de fondos para los depósitos no ha caído tanto como cabría esperar, es cierto que existe un movimiento de ahorradores que ha buscado otras opciones como fondos de inversión conservadores, o aquellos que, en vista del buen resultado el pasado año de la renta variable, han dado el paso a inversiones más agresivas.
Cómo son los mejores depósitos para pequeñas aportaciones
Sin embargo el modelo de ahorro con capital preservado que presentan los depósitos sigue siendo el preferido por los ahorradores, que, en todo caso, buscan opciones como los depósitos referenciados, que, aportando garantía sobre el capital, pueden, efectivamente, presentar mejor rendimiento.
Los depósitos referenciados
En esencia se trata de depósitos que, garantizando la aportación del usuario, buscan la rentabilidad a partir de la vinculación con determinadas cestas de acciones, habitualmente referenciadas a los principales valores del selectivo español.
El principal atractivo de estos depósitos reside en el hecho de poder plantear un escenario en el que se obtengan rentabilidades superiores a la media de los depósitos estándar. Para ello, obviamente, se debe dar una coincidencia entre el límite positivo de evolución para los valores señalado en la contratación del producto y la realidad de la evolución de este. Es decir, que para poder alcanzar el rendimiento prometido, las acciones por las que apuesta el depósito deben subir de acuerdo con lo esperado.
Y sin embargo…
A priori pudiera parecer una opción mucho más apetecible que un depósito estándar, sin embargo hay cuestiones que el ahorrador debe tener en cuenta:
- No hay mucha oferta para este tipo de depósitos: comparativamente con la oferta del resto de depósitos, la propuesta de referenciados es escasa y puntual, por lo que no resultan tan asequibles de manera rápida para su contratación, aunque, es cierto, hemos visto un aumento relativo de la oferta.
- Poca flexibilidad para aportaciones bajas: aunque existen depósitos referenciados contratables desde 1.000 euros de aportación, es más usual encontrar opciones que elevan el mínimo de estas aportaciones por lo que se convierten en productos no indicados para todos los perfiles.
- Rentabilidades relativas: en la mayoría de los casos, si la evolución de los valores de referencia no resulta positiva o no alcanza el mínimo establecido por el producto, la rentabilidad que estos productos ofrecen se sitúa incluso por debajo de la rentabilidad media de los depósitos estándar.
